Sunday, October 21, 2018

La Investigación Histórica

Por: Homar Moreno


Todos hemos estado en contacto alguna vez con el concepto de Historia o con algún trabajo o articulo de carácter histórico, seguramente alguna vez nos hemos preguntado cómo se lleva a cabo el proceso de escribir un artículo histórico, pues bien el presente post tiene como propósito describir brevemente que características debe de tener una investigación de tipo histórica y sus requisitos.

          El siguiente vídeo describe de manera sencilla el procedimiento necesario para realizar una investigación histórica, repasando los puntos más básicos que la componen:

Retomando el contenido anterior, tenemos que primero es necesario que se escoja y delimite el objeto o tema de la investigación, esto será en función de lo que al Historiador o persona que lleva a cabo la investigación le interese conocer o algo nuevo que desee aportar sobre algún tema conocido ya abordado por otros investigadores; es muy importante que se valore la viabilidad de la realización de la investigación en función del tema, ya que muchas veces no existen suficientes fuentes para indagar sobre el tema o bien no es lo suficientemente accesible la información sobre el mismo, o la persona que realiza la investigación puede no tener las facilidades para acceder a los lugares donde se encuentra la información que hará posible llevar a buen termino su trabajo, por otra parte, es algo bueno que el tema a tratar sea uno que despierte el gusto y la pasión del individuo por el mismo, ya que esto facilitara el desarrollo del trabajo; el estudio de viabilidad de la investigación es importante, ya que nos permite darnos cuenta de si nuestro trabajo podrá ser realizado y culminado, de lo contrario será una perdida de valioso tiempo y motivo de desaliento, el iniciar una investigación que por falta de fuentes o medio para llegar a ellas resulte en fracaso. El siguiente documento nos puede ayudar bastante para determinar si nuestro proyecto es viable:




Otra de las características y requisito indispensable de toda buena investigación es la creación de la Hipótesis, en esta el investigador plantea su idea o conocimiento previo sobre el tema a tratar y será en comparación con esta que una vez terminada la investigación el investigador compruebe la veracidad o falsedad de la misma, o bien compruebe lo que creía conocer sobre el tema o se de cuenta de que se encontraba en un error sobre lo que creía era o conocía sobre el asunto investigado, la Hipótesis puede ser modificada, cambiada o corregida en base a los resultados de la investigación. La Hipótesis es crucial en la investigación ya que con ella es con la cual se ayuda el investigador a la hora de buscar la manera, forma o método de abordar las fuentes, así como también le permitirá distinguir cuales de todas las fuentes consultadas le son útiles para su indagación.

Todos los elementos aquí abordados conforman lo que se denomina el Marco Teorico, su importancia es grande en todo proceso de investigación, sin él no lograríamos orientar nuestra investigación, ni tendríamos referencia para la posterior comprobación de la hipotesis.
 

            Es necesario también crear y definir los objetivos de nuestra investigación, siempre en concordancia con nuestra hipótesis, para ello pueden revisar la siguiente presentación que nos da los puntos básicos que cuidar para elaborarlos:


El siguiente paso es darse a la búsqueda de las fuentes, que es conocido como la parte Heurística de la investigación, para ello el investigador podrá valerse de archivos, bibliotecas, documentos particulares, documentos electrónicos y otros tipo de consultas, así como entrevistas a personas que estén relacionadas o conozcan de el tema estudiado por el investigador, en el caso de las primeras, son conocidas como fuentes secundarias, mientras que las segundas (personas entrevistadas) son consideradas fuentes primarias siempre y cuando hallan estado directamente involucradas en el hecho, suceso o tema que se investiga. Esta fase de recolección de información es considerada la parte con la que mayor cuidado se debe tener y una de las que mas tiempo toma, se dice que se debe ser cuidadoso en esta etapa, porque es posible que de no contar con la disciplina necesaria y la planeación suficiente, puede resultar en atrasos y perdidas de tiempo o resultados inservibles para la investigación.

Una vez establecidas las fuentes y recabada la información, se procede a crear lo que viene siendo el cuerpo de la investigación, que se clasifica comúnmente en capítulos y se estructura en un orden que le de sentido a la lectura de la información contenida en el, en esta parte del proceso de la investigación, se da la prueba de la hipótesis, que como mencione anteriormente, se puede comprobar, modificar o desechar como resultado del procesamiento de los datos obtenidos de las fuentes consultadas y todo este procedimiento da lugar a la síntesis y redacción del proceso de investigación, que culmina con un texto que debe cumplir con introducción y conclusión.


Toda investigación se rige por los denominados formatos de estilo. Estos se diseñaron para diferentes cosas, entre estas el ayudar a la comprensión de lectura, para mayor claridad de la información y para formular las ideas con un mínimo de distracción y un máximo de precisión. Estos formatos contienen normas para todos los aspectos relacionados con la redacción, especialmente en las ciencias sociales, desde para determinar la autoría de un trabajo hasta para construir un cuadro para evitar el plagio, y para la precisión en las referencias bibliográficas. El más común o más utilizado de estos formatos es el denominado APA (American Psychological Association).



Por último, se debe incluir en el trabajo la conclusión, que lleva el pensar de quien realizo la investigación, respecto a los conocimientos obtenidos durante el procedimiento de realización de la misma y de si logro sus objetivos y sus resultados sobre la comprobación de su o sus hipótesis, también deberá anexar al final la bibliografía consultada.

          A muy grosso modo, estas son las características y requisitos que deben cumplir los trabajos que aspiren a ser considerados investigación histórica.

Actividad

En función de la información aquí proporcionada, elaborar una hipotesis de investigación y sus correspondientes objetivos (2 en adelante), mencionando el tema de estudio. La actividad debe ser elaborada utilizando Google Docs y compartir el documento con permisos de edición a mi cuenta homar.moreno@gmail.com.


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Saturday, October 20, 2018

Luis González y González (1925-2003) La historia como novela verdadera


Por: Francisco de la Guerra

Uno de los grandes méritos del historiador mexicano Luis González y González, recién fallecido el pasado 13 de diciembre, fue prestar oídos y voz a las voces de la tradición oral, como fuentes de una historia cotidiana y popular tradicionalmente ignorada por las grandes corrientes de la historiografía, sobre todo por las estructuralistas, que en busca de las grandes leyes del acontecer humano descuidaron éste a cambio de modelos y esquemas más o menos rígidos. Coherentes con su ejemplo, recordamos una anécdota según la cual el historiador contaba que no leía novelas porque en su casa no les gustaban las mentiras, episodio curioso, pues González y González estuvo casado con la escritora Armida de la Vara, “fiel colaboradora en la procreación de seis criaturas y veinticuatro libros”, y fue amigo del escritor jalisciense Juan Rulfo. Si la anécdota evocada aquí es equivocada en sus detalles (por los problemas consabidos de la memoria, de la fidelidad histórica y de las fuentes), lo cierto es que en ella se expresa el problema central y actual de la relación entre literatura e historia –entre la novela histórica y la historia, en particular–, la primera entendida por González y González como falsificación y la otra como testimonio verídico de la realidad, pero cuyos caminos narrativos, ya lo ha dicho Arthur C. Danto, se cruzan en tiempos antiguos.
En coincidencia con las ideas sobre historia y narración de Danto (1989), Luis González y González analiza en “El regreso de la crónica”, ponencia de sugerente nombre, la relación entre mentira y verdad, e identifica seis especies de historia: la crónica mayor o historia narrativa, la “vetusta historia edificante”, la historia ciencia, la historiometría, la historiología y la historia novelada, de entre las cuales, opta por la primera.
González y González se muestra sumamente crítico con los resultados de la práctica histórica y, por ejemplo, de aquella que ha clasificado como “edificante”, señala que suele ser “nauseabunda” aunque en ocasiones la guíe un propósito noble –reforzar los valores nacionales, por ejemplo–, pues juzga y enseña el pasado en beneficio del presente y del futuro, que por lo general responden a una concepción oficial e interesada de la historia postulada por un grupo, religión, país o gobierno.
Del caso de la historia ciencia, González y González señala que por su incapacidad para acceder a las pruebas documentales, ésta se ha ido convirtiendo en ‘literatura’, en ficción, en especulaciones, a partir de teorías que explican los hechos antes de investigarlos:
La literatura fantástica a la que algunos reducen las filosofías de la historia está a punto de ser suplida por la novela histórica. Algunos historiadores educados para ser científicos o cuantitivistas se han vuelto amantes de la ficción en la historia. Se ha dado en suponer que las acciones corruptas y secretas y de la vida privada, que rara vez se prueban documentalmente, sólo se pueden decir con subterfugios novelescos, únicamente cabe historiarlas poniéndoles nombres ficticios a los actores, haciéndoles dialogar e imaginando ideas, actitudes y conductas de las que no se tienen pruebas escritas, testimonios firmes, fotos y audios, que sí altas probabilidades de corresponder al pensamiento y a la acción de los protagonistas de carne y hueso. La historia novelada y la novela histórica se hacen y consumen en forma creciente... (González y González, 1995).
Ante esa tendencia que se aleja de la verdad histórica y se aproxima a la literatura, entendida ésta, por el momento, como invención, fantasía o imaginación, González y González postula, paradójicamente, lo que llama crónica mayor o historia narrativa, una práctica que, aceptando el influjo del estilo literario en la escritura histórica –es decir, de la narrativa de ficción– debe llevar –dice siguiendo a su maestro Daniel Cosío Villegas– a la elaboración de “novelas verdaderas”, además de convertir a los historiadores en “hacedores de novelas verídicas”.
Para Cosío Villegas –señala González y González– “un libro de historia debía ser una no-vela con protagonistas y hechos ciertos, una novela verdadera” (González y González, 1995).
Desde luego, esta aspiración contradice en parte la idea de que la novela miente, o que miente deliberadamente, aunque se refiera sólo a la influencia que el estilo narrativo de la novela debe tener en la escritura de la historia. A menos que esta idea pretenda la extinción del novelista, por ejemplo, o que éste deje de inventar situaciones para dedicarse a investigar y escribir por obligación sobre hechos verdaderos. Quizás el dilema para los historiadores radique en cómo adquirir ese estilo sin leer novelas, y si las leen, en cómo evitar caer bajo el influjo de “los cuenteros”, como ha ocurrido con muchos novelistas cuya formación es la de historiadores.
La relación entre literatura e historia es antigua, como lo muestran una serie de textos, sobre todo aquellos producidos en épocas lejanas, que oscilan entre una u otra disciplina –dependiendo de lo que sus lectores busquen en ellos–, con independencia del papel que tales escritos debían cumplir en el tiempo de su elaboración; sin embargo, su problematización, a partir de sus diferencias, es relativamente moderna. En el caso de la antigüedad, las fronteras entre una y otra práctica narrativa se confunden. Si un historiador, por ejemplo, indaga sobre la guerra de Troya, no tendrá documentos más antiguos para sustentar sus teorías que La Iliada, de Homero, texto clasificado en la actualidad como un poema épico. Para un historiador riguroso, se tratará de un documento bastante defectuoso por ese carácter literario; sin embargo, tendrá que reconocer, no obstante, mitos y leyendas, que es el texto más informativo sobre esa guerra. Algo similar ocurre con el tema de la conquista de América: las fuentes principales, las crónicas de los conquistadores, frailes e indígenas, a pesar de su tono literario y épico, tienen también un propósito testimonial, es decir, poseen un “núcleo histórico”.
Por esa razón, es curiosa la manera en que González y González plantea el retorno de la crónica, crónica mayor o historia narrativa, como la llama, al oficio de historiar, ya despojada de su carácter mítico y ficcional, pero no de su identidad narrativa.

Humor Macabro desde el punto de vista de un Historiador

Friday, October 19, 2018

Los Caballeros Templarios


Uno de los temas que más me apasiona en mi vida, es el de los Caballeros Templarios, también conocidos como Los Pobres Compañeros de Cristo. Los motivos de tal pasión de mi parte por el tema son varios y van desde lo exotérico hasta lo esotérico; Su origen, lo que perseguían, sus logros, su sabiduría, filosofía y procedimientos heterodoxos ocultos detrás de una conveniente ortodoxia, sus nexos con otras asociaciones de la época y su infinita simbología, son algunos. Pero en un esfuerzo por serle fiel al oficio de historiar, solo presentaré a continuación los hechos que debidamente fueron documentados sobre esta singular orden monástica militar del siglo XII, que aunque presentado de manera general, abarca la mayoría de sus características más importantes.
Jerusalén, el año 1118, nueve caballeros de origen francés liderados por Hugo de Payens reciben su nombramiento como orden monástica-militar, no fue la primera en su especie pero si la que mas destaco históricamente debido a los múltiples misterios que la rodearon respecto a su origen, motivos y quehacer. Habiendo recibido la regla que regiría sus vidas de manos de su padrino el monje Bernardo de Claraval, previamente aprobada por el Concilio de Troyes, en el cual Hugo de Payens junto con cinco de sus hermanos Geoffrey de Saint Omer, Roldan, Geoffroi Bisot, Payen de Montdidier y Archambaud de Saint Aman, compadeció y expuso su historia y la de los inicios de la Orden, dicha regla estaba basada en la de los monjes Cistercienses y en ella se especificaba, entre otras cosas importantes, la manera en que vestirían los miembros de la orden templaria y esta era de la siguiente forma, los hermanos caballeros llevarían mantos blancos mientras que los sargentos y escuderos los usarían negros o marrones, mas adelante una bula papal les permitiría usar con exclusividad una cruz roja sobre el manto blanco, conformando así la imagen con la cual se les recuerda y tradicionalmente representa en pinturas y grabados.
En cuanto a la Regla Templaria, que es como se le llama a la serie de normas y leyes a las que debían apegarse de la manera mas estricta, característica de una vida monacal, estaba originalmente escrita en latín, se le llamo regla primitiva y partía de las tradiciones que la orden tenia y practicaba desde hace ya diez años, que fue el tiempo que transcurrió desde su fundación hasta el año en que se llevo a cabo el concilio de Troyes, antes de esta regla nueva la orden se guiaba por un código parecido a el creado por San Agustín, pero fue la influencia de Bernardo de Claraval y su obvia obediencia cisterciense, que venia a ser una clase de benedictino reformado, quien le dio la forma, rumbo y corrección en general a la que fue la regla definitiva.
Conocidos originalmente como Los Pobres Compañeros de Cristo, adquirieron después el mote de Caballeros Templarios debido a que su primera sede fue el famoso y antiguo Templo de Salomón, obtuvieron este lugar gracias a la relación especial que existía entre Hugo de Payens y Balduino de Burgo, conocido como Balduino II rey de Jerusalén, fue él mismo quien les ofreció dicho templo y muchas facilidades para su estadía en el, ahí radicaron durante el tiempo que se dedicaron a su principal motivo de ser, el proteger a los peregrinos que realizaban el llamado Camino de Santiago. también llamado Ruta Jacobea, es el nombre que recibe el trayecto entre Finisterre en la costa Española y la ciudad de Compostela. Este camino surge basado en la leyenda que habla del peregrinar de Santiago por la península ibérica.
Los Templarios gozaron de buena reputación y del favoritismo de el papado y las altas esferas de la nobleza, aunque sus miembros al ingresar, renunciaban a su vida pasada y tomaban votos de castidad y de pobreza, sus pertenencias pasaban a la orden para su uso a conveniencia y además recibían donaciones por parte de los reyes, quienes veían mas seguro su patrimonio en manos de los caballeros que les brindaban protección en agradecimiento a sus donaciones, ninguna otra orden en el mundo gozo de tanto favoritismo en cuestión de donaciones y riquezas, dicha fortuna pudo ser gracias a las bulas papales de las cuales fueron beneficiarios.
Es así que la Orden inicia su camino hacia el poder que la caracterizaría y pronto convertiría en una fuerte institución de múltiples ocupaciones e interviniendo en la vida de muchos pueblos en formas que incluso los convierte en pieza clave del bienestar de el mismo y su monarquía, este favoritismo Papal del que eran recipiendarios los Templarios, ayudo a que los reyes emularan esa confianza y pronto les empezaron a confiar terrenos propiedades y riquezas, todo esto llevo a que obtuvieran una autonomía especial, pronto empezaron a acuñar su propia moneda, la orden se expandió por casi toda Europa, desde España hasta Francia e Italia.
Siete cruzadas llego a pelear el Temple, pero no solo esto y la protección de peregrinos o el cumplimiento de ordenes de papas o reyes fue lo que la orden hizo en su vida, los templarios llegaron a poseer varias propiedades en lugares remotos que no venían a conveniencia con asuntos bélicos ni mucho menos estratégicos para la victoria de alguna batalla o de alguna ruta de peregrinaje, pero si eran bien conocidos por su carácter esotérico y de poder natural, muchos lugares así se empeño en conseguir el temple y sobre todo en la península ibérica, donde parecen abundar.